La Universidad de los Andes se despide de dos personas que marcaron nuestra historia con su compromiso y calidez: Teresa Simonetti Valenzuela y Guillermo González Bravo.
Teresa Simonetti Valenzuela

Siempre desde la Facultad de Derecho, ha visto crecer la Universidad en todas sus formas: alumnos, profesores y edificios. Cuando comenzó como secretaria en la facultad, que estaba en el edificio de Humanidades, la recibieron Orlando Poblete y Enrique Brahm.
Recuerda que todo se hacía en forma manual, apenas unas planillas Excel, por lo que las capacitaciones y progreso de las plataformas, han sido variadas y sucesivas. Hoy, además de sus funciones de secretaria, está a cargo de la coordinación de los exámenes de grado, lo que le ha significado hacer las veces de “psicóloga de los alumnos”, apoyando a quienes están próximos a rendirlo, felicitando a los que aprueban y conteniendo a los que no lo logran.
El año 2022 recibió la Medalla 20 años Universidad de los Andes.
Guillermo González Bravo

Guillermo ingresó al Centro de Salud en 2011, desempeñándose como guardia, estafeta y auxiliar de servicios. Su espíritu solidario y alegría marcaron al equipo, dejando un legado de humanidad y servicio que será recordado con gratitud.
Para su equipo y su jefe, Guillermo es más que un colaborador: es un amigo cercano, siempre dispuesto a compartir un pequeño detalle, un gesto amable o alguna cosita para comer que alegraba el día de todos. Su espíritu de servicio y su preocupación constante por el bienestar del equipo marcaron una huella imborrable en el Centro de Salud, recordándonos que el verdadero valor de una persona está en su disposición para ayudar y en la alegría con la que enfrenta cada tarea, por pequeña que parezca.
Guillermo González Bravo no solo hizo funcionar el Centro de Salud; le dio vida, calidez y una chispa de humanidad que será siempre recordada con cariño.
Agradecemos a Teresa y Guillermo por su valiosa contribución a la Universidad y les deseamos éxito en sus nuevos caminos.