Ideales que nos inspiran: nuestro modo de relacionarnos con nuestros estudiantes y nuestro modelo educativo

Discurso Ceremonia de Presentación de la Memoria Anual 2023
11 de julio de 2024

José Antonio Guzmán
Rector

Hace pocos meses inaugurábamos el Año Académico de una manera muy distinta a la habitual. En esa oportunidad, omitimos la presentación de la memoria de actividades del año pasado y también la clase magistral, que le habíamos encargado al profesor Sebastián Claro de la Facultad de Ciencias Económicas. Tuvimos una buena razón para obrar de esa manera.

Pero la vida universitaria es muy rica, llena de luces, aunque existan algunas sombras, como en toda obra humana. Gracias a Dios, los motivos para celebrar la actividad universitaria son muchos. La estela de los frutos del año pasado en docencia, investigación y vinculación con la sociedad es abundante. Por este motivo, para dar a conocer a todos la memoria de actividades de 2023, decidimos, de manera excepcional, llevar a cabo este solemne acto académico.

Motivo de especial alegría en este año es la visita del Prelado del Opus Dei a la Universidad, el próximo día 26 de julio. Como todos saben, don Fernando Ocariz, tal como lo fueron sus antecesores, es Rector Honorario de la Universidad de lo Andes. Este nombramiento hecho por primera vez en 1997 manifiesta la estrecha relación entre nuestra institución y el Opus Dei. De acuerdo con los fundadores de la Universidad, la Prelatura ha asumido la responsabilidad de ayudar a vivificar cristianamente nuestro quehacer universitario. En esta visita, el Prelado dará a profesores y directivos una conferencia precisamente sobre el modo de llevar a cabo esta tarea de vivificación en universidades como la nuestra. Creo que será una gran oportunidad de reflexionar sobre nuestra propia identidad.

Motivo de especial alegría en este año es la visita del Prelado del Opus Dei a la Universidad, el próximo día 26 de julio. Como todos saben, don Fernando Ocariz, tal como lo fueron sus antecesores, es Rector Honorario de la Universidad de lo Andes.

Quisiera hablar brevemente de dos temas muy relacionados con los ideales que inspiran este proyecto: nuestro modo de relacionarnos con nuestros estudiantes, y nuestro modelo educativo.

Nuestros estudiantes

John Henry Newman decía que “un sistema académico sin la influencia personal de los profesores sobre los alumnos es un invierno ártico: el resultado será una universidad constreñida por el hielo, petrificada, de hierro fundido, y nada más”. Un poco más adelante en el mismo texto, afirmaba: “yo he experimentado un estado de cosas en que a los docentes se los aisló de los discentes, mediante una infranqueable barrera: ninguno de los grupos pensaba en el otro y cada uno vivía con los suyos y en lo suyo. (…) He conocido sitios donde el gesto severo, la voz pomposa, la frialdad y la condescendencia eran los atributos del profesor; y donde este ni conocía ni quería conocer las irregularidades de la vida personal de los jóvenes a él encomendados” (Auge y progreso de las universidades, p. 112). Todos nosotros hemos conocido universidades como esas y estamos muy contentos de que la Universidad de los Andes no sea así. Pero tenemos que cuidar esta cercanía con nuestros estudiantes, este trato exigente y amable a la vez, esta genuina preocupación por la formación humana y profesional de cada uno. Se puede hacer con respeto y cariño, sin ninguna violencia a su libertad y personalidad. En este sentido, tenemos que ver el modo de mantener muy vivo el asesoramiento universitario y las relaciones de confianza que existen entre autoridades académicas, profesores y estudiantes.

Tenemos que cuidar esta cercanía con nuestros estudiantes, este trato exigente y amable a la vez, esta genuina preocupación por la formación humana y profesional de cada uno.

Quisiera aprovechar esta oportunidad para agradecer personalmente a cada profesor, a cada profesora, su trabajo abnegado y, a veces, heroico, durante este semestre. Han sido meses difíciles para todos y ustedes han sabido estar a la altura, con paciencia, con humildad y con deseo de servir. La Universidad sin ustedes no es nada. El campus y los edificios no valen nada sin su inteligencia, su fortaleza y su deseo de formar a los estudiantes.

Modelo educativo

Me gustaría referirme a continuación a nuestro modelo educativo. Como se puede desprender de la cita de Newman recién leída, buscamos ir más allá de la mera instrucción profesional. Aunque suene ambicioso, incluso pretencioso, queremos formar a nuestros alumnos en la verdadera sabiduría, ayudarlos a poner las cosas en perspectiva y a responder las preguntas fundamentales de la vida. Los años de educación universitaria son un tiempo único que ellos tienen que aprovechar bien para que sean una verdadera experiencia de crecimiento.

Buscamos ir más allá de la mera instrucción profesional. Aunque suene ambicioso, incluso pretencioso, queremos formar a nuestros alumnos en la verdadera sabiduría, ayudarlos a poner las cosas en perspectiva y a responder las preguntas fundamentales de la vida.

A propósito de la tarea educativa, decía el Cardenal Newman en el mismo libro, que “las formas refinadas, y ese saber estar que da la educación —cualidades tan difíciles de conseguir y tan estrictamente personales cuando se consiguen— son muy admiradas de la sociedad”. Después describe algunas de estas cualidades: “el porte, el modo de andar, la manera de hablar, los gestos, la voz; la serenidad, el dominio de si, la cortesía, la facilidad para conversar, la capacidad para no ofender; los nobles principios, la exquisitez de pensamiento, la felicidad del semblante, el gusto y la oportunidad, la generosidad de espíritu y la tolerancia, la franqueza y la consideración, la munificencia” (ibid., p. 46).

Esto fue escrito en un contexto muy diferente y tiene algo de anacrónico, pero sin duda da muchas luces para llevar a cabo nuestro proyecto educativo.

Esta preocupación nos ha llevado en nuestro último plan estratégico a pensar con más detención en nuestro currículo de pregrado.

Queremos fortalecer nuestro programa de estudios generales. Tenemos un programa excepcional con ocho cursos de filosofía, teología, historia, ciencia y arte. En los últimos años hemos hecho un esfuerzo importante por reforzar el claustro que imparte estos cursos, pero todavía tenemos mucho que avanzar para que ellos sean percibidos por nuestros estudiantes como una parte central de lo que les ofrecemos. En esta tarea, las facultades y los profesores de otras asignaturas pueden contribuir inmensamente. También debemos revisar y actualizar los contenidos de cada asignatura para que sigan ayudando profundamente a cada alumno. Otras universidades de las que podemos aprender han hecho cosas muy interesantes en este sentido. 

En el futuro surgirán nuevas licenciaturas que combinarán elementos de las ya existentes. La universidad es una institución viva que capta lo que necesita la sociedad y adapta la formación que entrega, según esas necesidades.

Junto a lo anterior, queremos revisar el currículo de pregrado para incorporar habilidades transversales que son muy importantes en la vida profesional, como repetidamente nos recuerdan quienes contratan a nuestros egresados. También empiezan a surgir ideas de nuevos contenidos o aproximaciones para las licenciaturas existentes. Vale la pena destacar en este sentido las nuevas mallas de medicina y odontología. En el futuro surgirán nuevas licenciaturas que combinarán elementos de las ya existentes. La universidad es una institución viva que capta lo que necesita la sociedad y adapta la formación que entrega, según esas necesidades.

Estamos trabajando en conjunto con las facultades en un proyecto de reglamento de pregrado que esperamos que ayude a llevar a cabo los ajustes curriculares que nuestros estudiantes necesitan. Tenemos que hacerlo de manera que se mantenga lo que hay que conservar y se pueda cambiar lo que puede mejorar.

Cierre

Finalmente quisiera señalar que para que este ideal educativo sea posible, es conveniente que nuestra universidad reflexione muy cuidadosamente sobre su modo de crecer y desarrollarse. No tenemos vocación de universidad masiva. Tenemos, por el contrario, que ser capaces de conocer bien a nuestros alumnos y de acompañarlos de cerca.

No tenemos vocación de universidad masiva. Tenemos, por el contrario, que ser capaces de conocer bien a nuestros alumnos y de acompañarlos de cerca.

Seguiremos creciendo en investigación, llegaremos a más gente en postgrado y educación continua y nuestro peso en la sociedad chilena será cada vez mayor pero no podemos perder de vista las características esenciales de nuestra particular misión formativa.

Termino agradeciendo nuevamente a cada uno su esfuerzo cotidiano por sacar adelante este proyecto tan bonito que es la Universidad de los Andes.

Muchas gracias.