“Contar con una política de bienestar institucional supone múltiples beneficios para toda la comunidad universitaria, ya que, sin duda, contribuye a estudiar y trabajar en un ambiente más saludable, productivo y positivo”, aseguran Carolina Jacir y Cristián Silva, directora y subdirector de Vida Universitaria.
Por ello comparten los alcances que tendrá el tercer Fondo de Desarrollo Institucional (FDI), adjudicado en colaboración con Apoyo Académico y el Centro ISME. En el marco de Campus Saludable, permitirá fortalecer nuestra política de bienestar, mejorar la salud mental de los estudiantes y contribuir con evidencia científica en la materia al sistema de Educación Superior.
¿En qué consiste el proyecto?
Diseñaremos políticas y planes de acción para cuidar la salud mental de nuestros estudiantes de pregrado, centrados en la prevención de síntomas depresivos, ansiedad, estrés académico, consumo severo de alcohol y riesgo o conducta suicida.
¿Cuál será su impacto?
Esperamos contribuir a una mejor calidad de la educación y avanzar en materia de infraestructura e inclusión, que a su vez sirvan de impulso para el crecimiento y la excelencia de la Universidad.
¿Qué acciones realizarán para los estudiantes?
Se desarrollarán estrategias e intervenciones orientadas a la promoción y prevención de problemas de salud mental universales y selectivos, y otras más específicas para grupos en situación de riesgo.
También se llevarán a cabo actividades de prevención en salud mental, como talleres de mindfulness, regulación emocional y resolución de problemas entre los alumnos.
Además, se trabajará en la promoción de competencias para afrontar el estrés académico, por ejemplo, mediante talleres de inserción universitaria y mediciones.
¿Cuáles serán las mejoras en infraestructura?
Se adecuarán espacios de accesibilidad universal para atender las necesidades de todos los estudiantes, y se acondicionará otro espacio -adicional al Espacio VU- para orientaciones y atenciones de urgencia de salud mental, como crisis de pánico e ideaciones suicidas, entre otras.
También se realizarán mejoras en la sala multiuso del Espacio VU y en la Sala Cero del edificio Biblioteca, con el fin de implementar algunas de las actividades de prevención.
¿Cómo se espera contribuir a la salud mental estudiantil del sistema universitario?
La última evidencia con un aporte significativo a la investigación de las universidades data de hace más de 10 años. Este proyecto nos permitirá aportar evidencia en temas de salud mental entre los jóvenes universitarios del país.
En los últimos años, a través de investigaciones del Centro de Investigación en Salud Mental Estudiantil (ISME) y, ahora, con la contribución transversal de este proyecto desarrollado en conjunto con las direcciones de Vida Universitaria y Apoyo Académico, esperamos contar con suficiente evidencia referencial en población heterogénea de educación superior.
El propósito será contribuir al desarrollo de la investigación y la prevención en muchas instituciones educativas y entre profesionales.
¿Tienen pensado alguna acción en conjunto con otras instituciones?
Sí, se establecerá una red de buenas prácticas en salud mental con otras instituciones de educación superior.